UNGÜENTOS Y POMADAS NATURALES
Estos preparados son una
buena ayuda en cualquier botiquín.
Es una de las formas farmacéuticas más antiguas y era
una preparación que los primeros mercaderes auxiliares de medicina hacían a
petición de los médicos en la Edad Media, en virtud de este hecho, a estas
personas se les conoció como ungüentarios. Los ungüentarios eran diferentes de
los pigmentarios, quienes hacían otras formulaciones terapéuticas, pero a ambos
se les considera precursores de los
modernos farmacéuticos.
La Biblia menciona a los
ungüentarios y sus preparados en el Libro del Eclesiastés, en el capítulo
XXXVIII, versículo 6-7.
Se realizan con
excipientes grasos hidrófobos, como la vaselina y la parafina. Son los que poseen una capacidad más oclusiva, ya
que forman una capa impermeable sobre la piel que dificulta la evaporación del
agua.
Por esta capacidad para retener el agua interna y el
sudor, suavizan e hidratan la piel. No absorben exudados acuosos. Debido a
estas propiedades, los ungüentos están
indicados en dermatosis muy secas, en áreas donde la piel es gruesa como las
palmas, las plantas, codos y rodillas. Son la base ideal para lesiones muy
secas, como por ejemplo la psoriasis. También son excelentes para ablandar y
retirar las costras o descamaciones. Por lo contrario, están contraindicados en zonas infectadas y lesiones exudativas, ya
que su efecto oclusivo empeoraría la infección.
Se pueden preparar en
tarros o barritas para más fácil aplicación y tienen multitud de usos. Están
compuestos por aceites básicamente, oleatos y aceites esenciales por sus
propiedades. A veces se usa cera de abejas como espesante (y otros espesantes,
pero son menos naturales).
En las *Pomadas o Bálsamos*: se utilizan
excipientes grasos hidrófilos, como el polietilenglicol. También poseen capacidades emolientes, pero no son
tan oclusivas como los ungüentos. Tienen una cierta capacidad de absorber
agua y exudados. Están indicadas en
dermatosis escamosas y en piel seca y agrietada, pero empeoran la piel
inflamada por su efecto congestivo. Tampoco se recomiendan en áreas infectadas
ni zonas pilosas.
La diferencia principal
entre un ungüento y un bálsamo es, sobre todo, su consistencia. Los ungüentos son más tipo “aceite
endurecido” que al contacto con el calor de la piel se ablandan para poder
extenderlos y ser absorbidos; mientas que los bálsamos tienen una consistencia
más ligera, más tipo crema, pues se han emulsionado (sí, como la mayonesa)
los aceites y muchas veces no lleva un endurecedor (cera de abejas).
La substancia base con la
que se mezcla el extracto de hierba puede ser vaselina, lanolina, aceite de
coco o de almendra.
Puede prepararse de varias formas, a saber:
a) Mezclando una
cucharadita de tintura madre por cada 30 gramos de substancia base.
b) Mezclando la hierba
amasada con la substancia grasa, aproximadamente una cucharada cada 30 gramos.
c) Cocinando en 200 gramos
de vaselina dos cucharadas soperas de hierba, Luego, el preparado se agita, se
cuela, se deja enfriar y se guarda en un frasco, esta última fórmula es la más duradera y por eso, también la más
recomendable.
Para realizar ungüentos o bálsamos, necesitarás tener
una cazuela grande que te permita poner otro recipiente, preferiblemente de
vidrio al baño maría.
Pondremos a derretir la cera de abeja (o vaselina neutra si queremos que sea más fácil de untar o si la receta lo pide de ese modo concreto) en el recipiente al baño maría y removeremos con una cuchara no metálica, o un palito de naranja. En la cera, añadiremos las hierbas de nuestra elección secas y molidas a punto de polvo, si la receta lo incluye, pondremos también aceite esencial (en adelante AE). Dejaremos que la mezcla se incorpore hasta ser homogénea y después, verteremos en el recipiente final que debe tener cierre y lo dejaremos destapado mientras se endurece, durante un par de horas.
Pondremos a derretir la cera de abeja (o vaselina neutra si queremos que sea más fácil de untar o si la receta lo pide de ese modo concreto) en el recipiente al baño maría y removeremos con una cuchara no metálica, o un palito de naranja. En la cera, añadiremos las hierbas de nuestra elección secas y molidas a punto de polvo, si la receta lo incluye, pondremos también aceite esencial (en adelante AE). Dejaremos que la mezcla se incorpore hasta ser homogénea y después, verteremos en el recipiente final que debe tener cierre y lo dejaremos destapado mientras se endurece, durante un par de horas.
NUNCA
apliques bálsamos o ungüentos que no se han enfriado.
Antes
de aplicar un ungüento o bálsamo sobre la piel, sea cual sea, prueba una
porción pequeña en la piel de la muñeca o el tobillo para ver cómo reacciona tu
piel al contacto.
Recordar que es una preparación que consta de una sola
fase, a diferencia de las cremas que se forman por la unión de dos fases:
una acuosa y otra oleosa, los ungüentos
o pomadas se forman en una sola fase grasa en donde se pueden dispersar
sustancias grasas o similares que pueden ser solidas (la cera de abejas), semisólidas
(la lanolina o la vaselina) o liquidas (aceites vegetales), que se usan como
emolientes y sirven como vehículo para la aplicación de principios activos en
la piel.
El término ungüento
viene del latín "unguentum" que significa ungir, untar.
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