QUE SON LOS JARABES Y COMO HACERLOS
Elaborar un jarabe u
ojimel es la mejor opción cuando se trata de tomar plantas con un sabor
fuerte o desagradable, creando un producto dulce que contenga los principios
activos de la planta original. Los ojimeles se elaboran mezclando la planta con
miel y vinagre e hirviéndolo hasta que se consigue una textura de jarabe.
Los niños son muchas veces
reacios a tomar medicamentos, por eso esta clase de preparación resulta ideal
para curar enfermedades infantiles.
Los jugos de hierbas,
maceradas o decocidos, se mezclarán mitad y mitad con miel. También se pueden
hervir 100 gramos de hierbas secas en un litro de agua, dejar reposar 3 días, exprimir,
filtrar y adicionar ½ kilo de azúcar por cada litro de jugo. La dosis máxima
para los niños es de 3 cucharaditas de té al día.
Los jarabes medicinales
herbales son extractos concentrados de hierbas a los que se agrega miel o jugo
de frutas, o a veces ambos, para acceder directamente a sus constituyentes
activos. A algunas personas les desagrada la miel o son alérgicas a ella, pero
puede sustituirse por miel de maple o glicerina vegetal. Estos remedios
herbales se usan mucho para tratar dolores de garganta y tos, es decir,
funcionan principalmente como antitusivos y expectorantes.
La ventaja del sabor lo
hace ideal para el consumo de niños, aunque también muchas personas mayores los
prefieren.
Cuando el té o la tintura
tienen un sabor desagradable, o necesitas que un niño o un anciano beba un
remedio, el jarabe es una excelente opción. Existen varios métodos para
preparar un jarabe medicinal, y aquí te mostramos dos.
El jarabe
se caracteriza por tener una alta densidad y viscosidad. Ello está determinado
por las altas concentraciones de azúcares contenidas en estos productos. Cuando
no se conocía el azúcar los jarabes eran preparados con miel y aun hoy en
día este es uno de sus componentes fundamentales.
Su
componentes básicos son el agua destilada o hervida si lo preparas en
casa, los principios activos, los saborizantes o aromatizantes. Por lo
general son mezclas homogéneas y pueden estar coloreadas o no.
En
relación a la forma de preparación los jarabes en general pueden ser simples cuando
solo contienen agua y azúcar, medicados cuando a los productos
anteriores se le adiciona el principio activo del producto deseado o
aromatizado.
Cómo se prepara un jarabe
en casa
Se necesita un equipo limpio por completo para evitar que
alguna impureza altere el producto final.
Con medio litro de agua se prepara una infusión o decocción de
25 g de la planta o plantas, una vez troceadas. Se deja reposar y se cuela.
Se vierten 500 g de azúcar o miel en la decocción filtrada y
depositada en una nuevo cacelora, y se cuece a fuego lento hasta que la mezcla
adquiera una consistencia de jarabe.
Para que resulte más consistente, se puede añadir pectina de
manzana.
Se retira del fuego. Se deja enfriar tapando la cacerola.
Se mete en un frasco de cristal translúcido con un tapón de
corcho y se etiqueta (contenido y fecha de elaboración).
Con tapones de rosca estallaría la botella pues los jarabes
tienden a fermentar.
Esta receta es realmente
sencilla y solo requiere hacer una base con agua y azúcar a la que después se
agrega una tintura.
Necesitamos:
1.1 kg de azúcar.
½ l de agua.
½ l de tintura de hierbas.
Cacerola.
Recipiente de vidrio.
Como lo hacemos:
Para hacer la base del
jarabe, coloca primero el azúcar en una cacerola.
Pon a hervir el agua. Una
vez que esté lista, agrégala a la cacerola con el azúcar.
Pon a cocer la mezcla a
fuego lento y revuelve constantemente hasta que el azúcar se disuelva. Apaga el
fuego al hervir y aléjalo del calor inmediatamente.
Vierte la mezcla en un
recipiente de vidrio.
Para hacer el jarabe,
mezcla una parte de la tintura con tres partes de la mezcla de agua y azúcar.
Coloca el líquido espeso
en un recipiente con tapa y guarda en un lugar seco y fresco. Puedes
preservarlo en el refrigerador.
También puedes agregar unos
350 gramos de azúcar a ½ l de una infusión o decocción y calentar a fuego lento
hasta que el azúcar se disuelva completamente.
RECETA MADRE 2
Necesitamos:
60 ml o 2 onzas de hierba
fresca o seca.
¼ de agua.
½ taza de miel.
Colador.
Recipiente o botella.
Cacerola.
Como lo hacemos:
Mezcla la hierba y el agua
en la cacerola, pon todo a fuego lento y tapa solo un poco. Apaga el fuego
cuando el líquido alcance la mitad de su volumen original.
Cuela la hierba y vierte
el líquido de nuevo en la cacerola. Puedes usar la hierba como composta.
Agrega la miel al líquido.
Si te gusta más dulce, puedes añadir un poco más.
Calienta la mezcla a fuego
lento durante unos 20-30 minutos. Procura revolver constantemente.
Retira del fuego la
cacerola y coloca el nuevo jarabe en una botella o recipiente. Si lo guardas en
el refrigerador, puede preservarse durante varias semanas y hasta 3 meses.
Si deseas que el jarabe
dure mucho más tiempo, puedes agregarle un poco de ácido cítrico.
Atención: Se recomienda no
administrar miel a niños menores de 1 año, porque podría contener esporas de
una bacteria llamada Clostridium botulinum que afecta el sistema digestivo.
Esta bacteria es inofensiva para los adultos, pero para los bebés no, por lo
que es mejor sustituir la miel por otro endulzante.
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