LECHE DE ALMENDRAS


La leche de almendras es una de nuestras leches vegetales preferidas, es muy fácil de preparar y es más económica que las que venden en los supermercados.
Es una alternativa muy saludable a la leche de vaca, es apta para veganos y para personas con intolerancia a la lactosa. También es más ligera y tiene menos colesterol, por lo que es una opción muy interesante si estamos intentado cuidarnos o adelgazar.
  Para aquellos a los que nos preocupe el tema del calcio, tengo que decir que las almendras poseen una mayor cantidad de este mineral que la propia leche de vaca.
*INGREDIENTES*
100 gramos de almendras (crudas y sin sal)
4 dátiles (es opcional)
500 mililitros de agua
*Como  lo hacemos?*
La receta no puede ser más sencilla, basta con triturar los tres ingredientes en una licuadora o robot de cocina y colar la leche con ayuda de una tela o gasa. No usamos un colador porque podrían pasar restos de almendra y queremos que nuestra leche sea totalmente líquida y sin tropezones.

Dejamos las almendras en remojo la noche anterior por tres razones: para que sea más fácil pelarlas, para que sea más fácil triturarlas y para que se activen, es decir, para que sean más fáciles de digerir y para que las vitaminas y minerales que hay en ellas se absorban con más facilidad.
La noche anterior ponemos en remojo las almendras en un recipiente con agua.
Al día siguiente *colamos las almendras*, las lavamos con abundante agua y les quitamos la piel. Este paso es opcional.
En un robot de cocina o licuadora añadimos las almendras, los dátiles y el agua y batimos durante 1 ó 2 minutos.

Colamos la leche de almendras con una gasa, tela o con un colador muy fino para separar el líquido de los restos de almendras.
Los restos de almendras se pueden aprovechar de mil maneras, para repostería, para hacer harina de almendras o para preparar quesos crudiveganos.
Como ves la leche de almendras es muy muy muy (pero que muy) fácil de hacer. Les recomiendo que la consuman en un máximo de 3 ó 4 días, ya que no lleva conservantes. Está deliciosa sola, con el café, con cacao, con canela, en recetas dulces, saladas y de todas las formas posibles que se imaginen. Si la tomas cruda aprovecharas mejor los nutrientes de las almendras pero también puedes calentarla sin miedo y utilizarla igual que la leche de vaca o que cualquier otra leche vegetal.

*BOLITAS DE ALMENDRA  Y LIMON*
*Necesitas*:
Restos de almendras, lo que queda sobrando al hacer un litro de leche de almendras aproximadamente.
La ralladura de un limón grande.
3 cucharadas de panela o azúcar moreno.
4 cucharadas de margarina vegetal, aceite de coco o algún aceite de sabor suave.
1/2 cucharadita de jengibre en polvo.
Un poquito de leche de almendras o agua.
Unas gotas de esencia de vainilla

*Como lo hacemos*:
La masa se usa tal cual como queda después de cernir la leche, con un poquito de humedad. Se pone en un recipiente grande, en el que se pueda hacer la mezcla cómodamente, y con la ayuda de una cuchara o con las manos bien limpias se mueve un poco para que quede más suelta. Aparte, se ralla un limón grande por el lado más fino del rallador.
Se mezcla la ralladura de limón con la masa de almendras.
Se añaden 3 cucharadas de panela (se puede reemplazar por azúcar moreno), 4 cucharadas de margarina vegetal derretida (se puede usar aceite de coco o algún aceite de sabor suave) y media cucharadita de jengibre en polvo. Dependiendo de la humedad que tenga la masa, es posible que sea necesario añadir un chorrito de leche de almendras (lo cual no va a ser un problema porque la acabas de hacer, pero igual lo puedes reemplazar por agua). A ese tris de leche yo le añadí unas gotas de esencia de vainilla.
Después, con las manos bien limpias, se empieza a mezclar y a amasar todo; vas a notar que la masa toma forma con mucha facilidad. Cuando todo esté bien mezclado puedes empezar a hacer bolitas, así:

Se guardan en la nevera, ¡y listo! Son perfectas de postre o para complementar una merienda… ricas, nutritivas y súper fáciles de hacer, ¿se puede pedir algo más?

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