LA FIBROMIALGIA Y LAS PLANTAS V
INFUSIÓN DE MORINGA OLEIFERA
La moringa es una hierba
con un alto contenido de calcio que combate la degeneración ósea. Su elevada
composición de potasio ayuda al correcto funcionamiento cerebral y estimula el
sistema nervioso central.
La moringa también es rica en flavonoides como la
quercetina, que es ideal para desinflamar el hígado.
Ingredientes
4 tazas de agua (1 litro)
2 cucharadas de moringa
(30 g)
Preparación
Calienta el agua y, cuando
hierva, agrega la moringa y deja reposar de 5 a 10 minutos.
Retira los residuos
sólidos de la planta.
Consumo
En la primera semana,
consumir 3 tazas diarias; en las 3 semanas restantes, disminuir la dosis a 2
tazas por día.
Ingerir durante un mes y
detener el consumo por una semana antes de reiniciar el tratamiento.
TÉ VERDE
Esta infusión herbal es
rica en aminoácidos como la L-teanina, que sirve para combatir la sensación de
fatiga y cansancio que caracterizan a la fibromialgia. La L-teanina aporta
relajación mental, incrementa la capacidad de concentración y el bienestar en
el organismo.
Ingredientes
1 taza de agua (250 ml)
1 bolsita de té verde
Preparación
Incorpora una bolsita de
té verde en una taza de agua hirviendo e infusiona de la manera tradicional.
Es importante que evites
el uso de té saborizado ya que contiene aditivos químicos que limitan las
bondades del té verde.
Se recomienda consumir 3
tazas de té por día para obtener el efecto deseado.
CÚRCUMA Y LECHE
Gracias a las propiedades
antiinflamatorias de la cúrcuma, esta mezcla disminuye las tensiones musculares
y la rigidez en las articulaciones.
Además, elimina las
bacterias en el organismo y estimula el funcionamiento del sistema inmunitario,
lo cual resulta beneficioso en el tratamiento de la fibromialgia. A diferencia
de los antibióticos tradicionales, esta preparación no ataca a la flora
intestinal. A su vez, debido a las propiedades antioxidantes de la curcumina,
se incentiva la regeneración de tendones y ligamentos.
Ingredientes
1 taza de leche (250 ml)
1 cucharada de cúrcuma
rallada (15 g)
Preparación
Calienta la leche y,
cuando hierva, retira del fuego y añade la cúrcuma.
Mezcla bien, deja reposar
y consume esta preparación 2 veces por día.
Nota: También puedes
incorporar la cúrcuma como aderezo en las ensaladas que hacen parte de tu dieta
cotidiana con el propósito de disminuir los síntomas de la fibromialgia.
COMPRESAS DE FLORES DE CALÉNDULA Y ALCOHOL ISOPROPÍLICO
La acción analgésica de la mezcla ayudará a
calmar los fuertes dolores musculares de la fibromialgia.
Ingredientes
4 cucharadas de flores de
caléndula (60 g)
¾ vaso de alcohol
isopropílico (150 ml)
Preparación
Incorpora las flores de
caléndula a la botella de alcohol isopropílico.
Deja reposar la mezcla por
24 horas para lograr que las propiedades herbales de la caléndula se mezclen
con el alcohol.
Impregna una compresa con
la mezcla y aplícala sobre la región en la que sientas dolor.
BAÑO DE LAVANDA Y ROMERO
La combinación de las
fragancias de la lavanda y el romero te ayudarán a controlar el estrés y la
ansiedad, que son parte de la sintomatología de la fibromialgia.
Ingredientes
4 cucharadas de lavanda
(60 g)
2 cucharadas de romero (30
g)
Agua (cantidad necesaria)
Preparación
Llena la tina con agua
templada y agrega lavanda y romero. Asegúrate de esparcir las hierbas por toda
el agua.
Sumérgete en la tina y
descansa de 15 a 20 minutos.
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