LA NAVIDAD Y LAS PLANTAS
Con la llegada de la
Navidad, también llegan los turrones, los villancicos… y también algunas
plantas que durante todo el año han estado como ausentes en la casa o en el
jardín. Son las plantas de la Navidad.
Entre estas plantas
encontramos principalmente a la Poinsettia (Euphorbia pulcherrima), el acebo
(Ilex aquifolium), el muérdago y los populares abetos. Estos últimos, agrupan
bajo esta denominación a varias coníferas en las que incluso en España… se encuentran
los pinos.
Flores de Poinsettias
Las Poinsettias con sus
llamativas hojas rojas, en realidad brácteas, tienen su venta centrada entre
finales de noviembre hasta el 20 de diciembre, para ser disfrutadas sobre todo
desde el Día de Navidad hasta después del Día de Reyes. Esta planta está
presente en los jardines de las ciudades, centros y locales comerciales,
restaurantes y por supuesto en los hogares particulares durante todas estas
fiestas.
El color rojo es el más
popular con más de un 80% con respecto a los demás. Aun así, cada año van
teniendo más aceptación otros colores entre los que se encuentran las
variedades con brácteas bicolores y jaspeadas. A ellas hay que añadir el que
muchas empresas apliquen purpurina dorada o plateada sobre sus brácteas y hojas
para intensificar el concepto navideño.
El acebo
El acebo, con sus
llamativos frutos rojos es todo un símbolo navideño. El acebo, además de como
planta, también se comercializan sus ramas en las que sus frutos rojos son todo
un símbolo navideño.
Como detalle navideño,
muchas empresas comercializan pequeños esquejes de acebo en los que insertan
sobre la maceta decoraciones con pequeñas bolitas rojas para simular sus
frutos. Es una planta protegida y debemos respetarla cuando la vemos en los
montes y no cortar sus ramas, para eso se comercializan acebos cultivados en
maceta que podemos cultivar fácilmente en el jardín.
El muérdago
El muérdago, que es una
planta huésped, se comercializa en ramitas con sus frutos en pequeñas bolsas
como símbolo de la buena suerte. La tradición dice se debe de regalar
especialmente a principios de diciembre. El día 13 de este mes, día de Santa
Lucía, se quema el muérdago que se ha tenido durante todo el año detrás de la
puerta de casa y con ello se eliminan los males acumulados y retenidos por esta
planta durante todo este tiempo. El nuevo muérdago que ocupa ahora su lugar,
será el encargado de protegernos durante todo el año siguiente.
Estas bayas de muérdago no
son comestibles por las personas y
maduran a finales de otoño. Sin embargo, si lo son para los pájaros, aspecto
fundamental para su dispersión vegetativa. Cada baya contiene semillas, que
tras su digestión y cuando los pájaros defecan durante el vuelo, caen unidas
por un pequeño filamento a modo de ‘rosario’. Esta peculiaridad le permite
quedar enganchadas fácilmente como ‘hilos con semillas’ sobre las ramas y así,
enraizar sobre ellas como planta parásita.
No hay que confundir con
algunas composiciones navideñas que ‘pinchan’ en la maceta de algunas plantas
unos elementos que simulan los frutos del muérdago, son de plástico y para
muchos les quita todo el encanto y magia.
Abetos y demás coníferas
En cuanto a los abetos y
demás coníferas de porte piramidal que engloban a los famosos árboles de
Navidad, suponen un mercado muy centrado en la primera quincena de diciembre.
Para ello, estos árboles se cultivan de forma especial, con un incremento
notable en los formatos enraizados en maceta, con el objetivo de ser plantados
posteriormente en montes y jardines con total garantía de éxito.
Comentarios
Publicar un comentario