LAS PLANTAS Y LOS CÁLCULOS EN LA VEJIGA



Los cálculos en la vejiga pueden causar dolor y cambios en los hábitos de micción. Por fortuna, existen infusiones que ayudan a acelerar su recuperación.
Los cálculos en la vejiga, también conocidos como piedras vesicales o litiasis vesical, se deben a una acumulación de sustancias como los oxalatos o el ácido úrico. Estos, a su vez, tienden a formarse tras la cristalización de partículas procedentes de una orina demasiado concentrada.

Como primera línea para su tratamiento, es primordial incrementar el consumo de agua y modificar los hábitos alimentarios.

¿Por qué se acumulan cálculos en la vejiga?
Un vaciamiento incomplejo de la vejiga puede dar lugar a la formación de piedras en la misma. A su vez, esto se asocia con enfermedades del aparato urinario. La razón principal de la acumulación de esas pequeñas piedras en la vejiga se debe a un vaciamiento incompleto de la misma a la hora de miccionar. Esto tiene lugar cuando existen afecciones en el aparato urinario que alteran la capacidad de la vejiga para almacenar la orina.
Esas afecciones pueden ser:
Hiperplasia benigna de próstata: muy común en hombres de edad avanzada. Debido al agrandamiento de la próstata puede originarse obstrucción en la salida de la orina de la vejiga.
Cálculo renal: las piedras en los riñones podrían descender a través de los uréteres hacia la vejiga y acumularse allí si no son eliminados o disueltos.
Infección de las vías urinarias: puede dar lugar a inflamación de la vejiga y consecuentemente a la dificultad en la micción.
Vejiga neurogénica: se produce cuando se dañan los nervios que llevan la información desde el cerebro a los músculos de la vejiga como consecuencia de una enfermedad o lesión neurológica.

¿Cómo se si padezco cálculos en la vejiga?
En ocasiones la litiasis vesical puede resultar asintomática porque las piedras no bloquean el flujo normal de la orina, siendo solo detectable mediante pruebas de imágen. Sin embargo, cuando existe bloqueo o el cálculo está irritando la pared de la vejiga, pueden aparecer los siguientes síntomas:
Dolor súbito en la parte inferior del abdomen.
Hematuria o sangre en orina.
Necesidad de orinar constantemente.
Problemas o incapacidad para orinar.
Sensación de ardor o escozor al miccionar.
Puede aparecer fiebre, en caso de que exista un proceso infeccioso.
Además, la formación de cálculos suele estar bastante relacionada con el estilo de vida y los hábitos alimentarios.

La poca ingesta de líquidos, una dieta baja en fibras y muy rica en sal, proteínas y oxalatos (sales minerales presentes en ciertos vegetales como la espinaca) son claros factores de predisposición de padecer litiasis vesical.

Aunque la mayoría de las veces, los cálculos se eliminan de manera espontánea en la orina, existen casos más graves que precisan intervención quirúrgica.
Esto se debe a que las piedras se depositan en las vías urinarias, comprometiendo el correcto funcionamiento de las misma y ocasionando intenso dolor. Por tanto, un tratamiento preventivo a fin de evitar nuevos episodios es fundamental.

Pero además de estas medidas saludables, la fitoterapia desempeña un papel crucial tanto en la prevención como en el tratamiento de la litiasis vesical leve. Te damos algunas opciones a continuación.



Infusión de gayuba
La hoja de gayuba debe su acción a su componente mayoritario: el arbutósido, un compuesto de naturaleza fenólica que tradicionalmente ha sido empleado en el tratamiento de infecciones urinarias y urolitiasis, sola o en combinación con otras plantas de acción diurética.

Para la infusión se utilizan de 1,5-4 g de hoja desecada en 150 ml de agua, 2-3 veces al día.


Infusión de ortosifón o té de Java
Se trata de una planta originaria de Indonesia con una fuerte acción diurética indicado en el tratamiento y la prevención de la urolitiasis. Debido a su elevado contenido en sales de potasio, actúa aumentando el volúmen de orina excretado.

Para la infusión se utilizan de 2-3 g de hoja de té de Java en 150 ml de agua, de 2 a 3 infusiones al día.


Infusión de diente de león
En este caso se aprovecha toda la planta incluida su raíz, la cual es rica en fructosa e inulina. La hoja posee elevadas concentraciones de potasio, terpenos y compuestos fenólicos.
Todos estos componentes le confieren una potente acción diurética.
El diente de león está indicado en el tratamiento coadyuvante de cálculos vesicales.

Para la infusión se puede utilizar de 4-10 g de hoja o raíz, hasta 3 infusiones al día.


Infusión de cola de caballo o equiseto
Se utiliza tradicionalmente en el tratamiento de procesos litiásicos leves por sus propiedades diuréticas y remineralizantes.
Incrementa el volumen de orina excretado y favorece el lavado de las vías urinarias.

Se infusionan 2-3 g de cola de caballo en 250 ml de agua.


 Hebensurina: grama de las boticas, saúco, cola de caballo y herniaria
El rizoma de grama de las boticas es altamente rico en inulina, lo que le confiere una acción diurética y depurativa que, en combinación con otras plantas diuréticas y remineralizantes, como la herniaria, la cola de caballo y el saúco,  constituyen el comercializado «rompe-piedras» o herbensurina.

Se pueden tomar de 2-4 infusiones diarias.

Fuente: Fabiola Marín Aguilar


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