REMEDIOS CASEROS PARA DESCONGESTIONAR LA NARIZ

Quien no ha pasado por una gripe y con ello todos los síntomas incluido la incómoda y molesta congestión nasal, pero eso se acabo, hoy te traigo una recetas facilísimas y que no te tomaran mucho tiempo y te permitirán volver a respirar con total libertad...Toma nota, todas las recetas están probadas y son efectivas(lo digo por experiencia propia)

1) Inhalación de vapor

La inhalación de vapor es un buen truco para despejar las vías respiratorias y calmar la congestión nasal. Se puede preparar con agua hirviendo, o bien, añadiéndole hierbas calmantes como la manzanilla o el eucalipto.

Ingredientes:

1 litro de agua

manzanilla u hojas de eucalipto(si no tienes este ingrediente la receta sigue siendo efectiva con sólo el agua)

Procedimiento:

Agrega  la hierba elegida en el agua y déjala hervir durante 25 a 30 minutos.

Pasado este tiempo, retíralo del fuego y, cubriéndote la cabeza con una toalla, comienza a inhalar el vapor que despide. En minutos sentirás un alivio porque la humedad y el calor calman la inflamación.

2) Compresas de agua caliente

Otra forma de aprovechar el calor para descongestionar la nariz es con la aplicación de compresas de agua caliente. Debido a su efecto calmante, son ideales para disminuir la irritación que se produce por la acumulación excesiva de moco. 

Ingredientes

1 paño absorbente suave

1 taza de agua caliente (250 ml)

Procedimiento:

Sumerge el paño en la taza de agua caliente, a una temperatura soportable para la piel.

Posteriormente, aplica la compresa en el área de la nariz y la frente. Déjala actuar de 5 a 10 minutos y retírala cuando sientas alivio.

3) Agua tibia con miel

Las propiedades antibióticas de la miel y su efecto antiinflamatorio ayuda a descongestionar la nariz en caso de infecciones y enfermedades respiratorias. A su vez, produce un efecto calmante ante otras molestias como los constantes estornudos.

Ingredientes:

2 cucharadita de miel (15 g)

1 taza de agua (250 ml)

Procedimiento:

Primero, calienta una taza de agua, sin dejarla hervir por completo. Cuando esté tibia, agrégale las cucharaditas de miel y disuélvelas. Para finalizar, consúmela antes de ir a dormir. Repite su consumo hasta sentir una mejoría de los síntomas