EL ALCANFOR EN NUESTRA SALUD
El alcanfor se obtiene de hervir la madera del alcanforero (Cinnamomun camphora), unos árboles asiáticos que alcanzan los 30 metros de altura, no se puede extraer hasta que el árbol tiene los 50 años.
El alcanfor es uno de los
ingredientes clave de los expectorantes y vapores descongestivos. Posee
interesantes beneficios, pues en dosis ligeras es sedante, antiespasmódico,
antihelmíntico y especialmente balsámico, pero en grandes dosis, el alcanfor es
narcótico e irritante.
El alcanfor es una
gomorresina obtenida del árbol alcanforero. Es originario de las costas cálidas
y tropicales de la zona oriental de Asia, especialmente de Japón, Sumatra y
Borneo. Era uno de los productos que circulaba por la ruta de las especias,
denominado como “bálsamo de las enfermedades”. Por ejemplo, en Perú se utiliza
desde hace tiempo para tratar el dolor de cabeza simplemente oliéndolo.
Tras el proceso de
obtención del alcanfor mediante la ebullición de la madera y raíces del
alcanforero se obtiene una sustancia cristalina con un leve color blanquecino
nácar.
Este producto se puede
conseguir en diferentes presentaciones:
Aceite de
alcanfor: se utiliza para hacer
vapores o para masajes descontracturantes y terapéuticos o combinado con otros
aceites esenciales para aromaterapia. Se deja macerar una parte de alcanfor en
siete partes de aceite de oliva u otros aceites neutros. Luego dejar en reposo
varios días hasta su disolución completa.
Pomada de
alcanfor: se calienta la grasa y la
cera hasta que se forme una masa homogénea. Se reduce en polvo el alcanfor y se
mezcla con la composición antes de que se enfríe por completo. Se utiliza para
masajes descontracturantes, dolores musculares y aplicaciones tópicas. Para
ello necesitamos: 30 g alcanfor, 90 g de grasa y 10 g de cera virgen
desmenuzada.
Es un
efectivo remedio contra los piojosl:Al mezclarse
con aceite de coco, resulta un gran remedio para eliminar los piojos de la
cabeza. El aceite de coco funge como medio para dispersar el alcanfor en el cuero cabelludo y el alcanfor funciona
como un antiparasitario, evitando que vuelvan a aparecer.
Se utiliza en el tratamiento natural de los callos en los pies: Se utiliza el aceite de alcanfor para reducir la incomodidad e inflamación que producen los callos. Y su acción antiséptica permite que se curen rápidamente, a través de la absorción rápida en la piel.
USOS TERAPÉUTICOS DEL ALCANFOR
Mejorar la circulación de
la sangre.
Alivia dolores en las
articulaciones (reumatismo o artritis).
Reduce el dolor de
contusiones, esguinces o golpes.
Alivia molestias
musculares.
Descongestiona las vías
respiratorias y expulsar las flemas (expectorante).
Desinfecta heridas.
Tratamiento de hongos en
la piel o uñas.
Repelente de insectos y
piojos.
Reduce el ardor de las
picaduras de mosquitos.
Trata problemas de la piel
como el acné o erupciones.
Fortalece el sistema
inmunitario (como antimicrobiano).
Relaja el cuerpo en
combinación con otras plantas como la lavanda, manzanilla o albahaca.
REMEDIOS CASEROS CON ALCANFOR
A continuación, cuatro
remedios caseros que se pueden aplicar a nivel doméstico para:
PARA LA TOS: El aroma de alcanfor aclara el pecho y descongestiona la
nariz. Para ello mezclar aceite de almendras con unas gotas de aceite esencial
de alcanfor, mezclar en un tarro de cristal. Aplicar una pequeña cantidad y
frotar suavemente en el pecho.
PARA EL
DOLOR MUSCULAR: Por su propiedad
antinflamatoria, aplicar el aceite para dolores musculares masajeando la zona
afectada mejora la circulación de la zona y calma el dolor poco a poco.
PARA EL
HERPES LABIAL: El alcanfor puede
disminuir el dolor y picazón característico del herpes labial. Para ello,
mezclar unas gotas de aceite esencial de alcanfor en aceite virgen de coco y
aplicar con un algodón sobre el herpes labial.
PARA EL
ACNÉ: Ayudará a reducir la
inflamación del acné y el enrojecimiento. Aplícalo junto con otro aceite sobre
el acné y masajea la zona durante 5 minutos. Después, déjalo toda la noche y
retíralo al día siguiente con abundante agua.
¿Tiene
contraindicaciones?
A pesar de sus beneficios
para la salud es conveniente utilizarlo con precaución, ya que una dosis
excesiva puede provocar problemas y convertirse en tóxico para el organismo.
No es
recomendable utilizarlo en:
Embarazo,
Lactancia,
Epilepsia,
Parkinson
Niños pequeños.
Heridas abiertas,
Fosas nasales (sobre todo
en personas con asma)
Piel delicada (dermatitis,
psoriasis, etc.),
Tratamientos hepáticos,
biliares, infecciones urinarias y cólicos.
La sobreingesta de
alcanfor puede causar: vómitos, cólicos, irritación y dolor de cabeza.
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